"Más allá de las palabras"
Esta muestra es fruto de mi interés por el estudio de cómo se aprende el
léxico para desarrollar la competencia léxico-semántica de los alumnos de
Español Lengua Extranjera. El motivo que me ha llevado al estudio del léxico
como metodología surgió después de haber asistido a la conferencia de Paz
Battaner, "El
léxico como pilar del aprendizaje en ELE" , de
haber participado también en el taller práctico realizado
por Neus Sans y Pablo Garrido sobre el léxico
y su importancia en la enseñanza de ELE, en el XXVI Encuentro práctico de
profesores de ELE, y de estar realizando la Actividad 2
de Lingüística Textual con Laura Borrás. La
formación recibida y los materiales consultados me han llevado a darme cuenta
de la tendencia actual por el enfoque léxico en la enseñanza de ELE, del
creciente interés en el componente léxico vinculado a la competencia
comunicativa como objetivo de aprendizaje, del lugar central que ocupa en la
programación de un curso y de la necesidad de mi actualización metodológica de
cómo diseñar un plan para el aprendizaje del léxico con los resultados
proporcionados por la investigación especializada.
Según Higueras (2017) " Esta
revolución en la concepción del léxico y en su enseñanza implica un nuevo reto,
tanto para los profesores que precisan desarrollar nuevas habilidades como
para los formadores de estos profesores". (p.16)
Considerando las propuestas de Higueras (2017), para empezar el
profesor debe decidir qué léxico enseñar y qué aspectos culturales quiere
transmitir, es decir, el profesor debe saber explicar la cultura a través del
léxico. (p.18)
Reyzábal (2006) afirma lo siguiente:
Y
por cultura debemos entender su sentido más lato y, por cierto, su mejor
sentido, por cuanto no se trata aquí del corpus de producciones artísticas,
literarias o del pensamiento de una comunidad, sino de la red de símbolos que
una comunidad despliega para interrelacionarse y comprender su entorno (físico,
intelectual, emotivo...). (p. 15)
Para ello, una de las herramientas que nos pueden ser de gran utilidad
para programar nuestras clases es el Proyecto Curricular del Instituto
Cervantes, en el cual encontramos una propuesta sobre qué contenidos léxicos
enseñar en cada uno de los niveles establecidos por el Marco Común Europeo de Referencia
para las Lenguas. En el inventario de Saberes y comportamientos socioculturales
o en el de Nociones
específicas del PCIC se puede realizar una selección
de aquellos aspectos culturales que queremos resaltar en alguna palabra de uso
frecuente y de ese modo integrar léxico y cultura. El Spanish Frequency
dictionary (2006) elaborado por Marck Davies
también puede ayudarnos en la preparación de materiales por niveles.
En cuanto al tratamiento del léxico, debe ser un objetivo específico del
programa de ELE centrarse en las unidades léxicas del español, porque la
actuación lingüística de los hablantes muestra que el vocabulario no se
almacena en nuestro lexicón mental únicamente con lexemas individuales o
aislados, sino que nuestro cerebro almacena partes de enunciados o segmentos de
frases como un todo, y que recurrimos a ese repertorio de combinaciones
que poseemos siempre que la situación comunicativa lo requiera. Por esta razón,
hay que enseñar el vocabulario en contexto, de forma explícita e implícita, en
entornos ricos de situaciones, de conocimiento del mundo, aplicando la
reflexión lingüística y la necesidad de enseñar las palabras en unidades
léxicas. Así pues, debemos saber presentar el léxico por bloques o chunks, dirigiendo
la atención del alumno hacia las unidades léxicas pluriverbales, enseñando
colocaciones y expresiones idiomáticas, refranes, fraseología y construcciones
convencionales para que el alumno cree redes entre palabras. Todo ello, sin
olvidar que es fundamental detectar y atender las necesidades de los alumnos,
y, en el campo del léxico, se pueden proporcionar lecturas y audiciones acordes
a sus intereses y necesidades léxicas, para favorecer su motivación y
aprendizaje. Por otra parte, el profesor debe exponer al alumno a input, crear oportunidades de procesamiento profundo de las unidades léxicas, para
su detección, comprensión, adquisición y uso en cada tarea que se realice en
clase, combinando el aprendizaje intencional con el incidental, y buscar
materiales que trasciendan el aula, para que el alumno pueda utilizar las
unidades léxicas aprendidas en distintas situaciones comunicativas. Para
ello, también debemos facilitar a nuestros alumnos recursos y enseñarles a
usarlos de manera autónoma. Entre ellos se encuentran los diccionarios
combinatorios, Redes (Bosque, 2004) o Práctico (Bosque,
2006), así como los corpus de la
Academia y el Corpus del español de
Mark Davis, o el Diccionario
de colocaciones en español (DICE), en los que cada palabra o unidad
léxica se da en todos los ejemplos en que aparece, su significado y su uso.
Teniendo en cuenta estas premisas, mis objetivos como futura profesora
de ELE son:
Atender a las necesidades léxicas de
los alumnos y promover la vinculación personal con las palabras, asociando
elementos léxicos a sus experiencias personales.
Atender a la dimensión colectiva de
la lengua (bloques léxicos) presentando su uso contextualizado y construir con
ellos situaciones comunicativas planificadas o role plays.
Asociar unidades léxicas a otras que
conocen en otras lenguas, realizar mapas conceptuales, clasificación por
categorías y crear familias de palabras.
Fomentar la autonomía enseñando el
uso y manejo de diccionarios, así como facilitando la adquisición de
estrategias como la traducción a la L1 y la comparación de contenidos léxicos,
con el objetivo de buscar la reflexión.
Integrar léxico y cultura atendiendo
a las unidades fraseológicas desde su valor discursivo y pragmático.
Propiciar el uso del léxico mediante
la recuperación de las unidades léxicas trabajadas en actividades o tareas
comunicativas.
Favorecer un estilo de aprendizaje
comunicativo-cooperativo y de orientación a la práctica de uso de lo aprendido
en actividades significativas.
Tras esta reflexión, llego a la conclusión de que es necesaria una
planificación del léxico, que
debe enseñarse siempre en contexto y a partir de textos literarios de interés
para nuestros alumnos, así como a través de actividades comunicativas que desarrollen
la creatividad y el trabajo por tareas, utilizando estrategias que fomenten el
uso de los medios digitales y el trabajo autónomo.
Aumentar el léxico disponible y potencial de nuestros alumnos supone
mejorar la competencia comunicativa oral y escrita. También, su expresión
lingüística será mucho más rica y fluida cuantas más redes establezcan entre
las unidades léxicas que se trabajen y aprendan. No se trata de enseñar cantidad
sino de dar la máxima calidad.
Bibliografía
Higueras Garcia, M. y otros.
(2017). Enseñar el léxico en el aula de español. El poder de las
palabras. Cuadernos de Didáctica. Barcelona: Difusión.
Guillén, C. y Calleja, I.-J. (2006). Aproximación a un repertorio léxico español
por indicadores. Madrid: Consejería de Educación. Recuperado de: http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM001616.pdf
Real Academia Española-Corpus de
Referencia del Español Actual (CREA) Recuperado de Corpus de Referencia del Español Actual